Thursday, April 17, 2008

Para y de Pelicula...


tomado de el diario de mi ciudad...
cosa mas pintoresca... se dice por la calle y por miembros de la alta alcurnia, que una colombiana vuelve loco a cualquiera, sensualidad, picardia, extrovertidas, y aunque no se como se comunicarian.....pobre ruso..no de a una sino de a tres...y con un tremendo guayabo!!....
volvera el ruso? o solamente sera una historia de bolsillo para las noches de altamar, o un solo cuento que contar....
ayer los diarios lo daban por desaparecido!! los noticieros pidiendo informacion, visitaron la morgue!! pusieron carteles en el barrio chino..!! pero...no..no


"No estaba muerto, andaba de parranda… y enamorado"

Más rojo que de costumbre y con un tufo que se podía percibir a metros de distancia apareció ayer el marinero ucraniano Dmytro Logvinenko, quien estuvo perdido por espacio de 32 horas, durante las cuales las autoridades locales y sus compañeros de tripulación lo buscaron en hospitales, inspecciones y cárceles.-->
Oliendo a ron y con el corazón flechado por una barranquillera que logró enamorarlo durante las 32 horas que estuvo aparentemente perdido, apareció ayer el marinero ucraniano Dmytro Logvinenko, jefe de máquinas de un buque carguero que estuvo atracado hasta ayer en el Puerto de Barranquilla, quien era buscado desde el martes por las autoridades.EL HERALDO publicó ayer la noticia de la desaparición del navegante, a través de la cual las mismas autoridades pidieron a la comunidad entregar cualquier información que facilitara la ubicación del extranjero. Sin embargo, Logvinenko, de 1,82 de estatura y 130 kilos de peso, apareció ayer a las 6:30 de la mañana en el muelle de una empresa cementera ubicada en la Vía 40, con muestras evidentes de haber vivido dos largos días de parranda. La última vez que sus compañeros de tripulación lo vieron fue el pasado lunes 14 de abril, a las 10:30 de la noche, cuando partió en un taxi con rumbo al norte de Barranquilla, acompañado de tres mujeres que decían ser sus amigas, según contó el ucraniano a su superior, el capitán del buque carguero ‘Mostein’, y a Richard Forero, coordinador de la Agencia Mercante que actúa en representación de las motonaves extranjeras ante las autoridades portuarias de la ciudad.Según Forero, el marinero Logvinenko, de 32 años, había pedido permiso en horas del mediodía del lunes con la excusa de comunicarse a través de Internet con sus familiares residentes en Ucrania, autorización que le fue concedida por su capitán. Posteriormente, en horas de la noche, se dirigió adonde su jefe, quien es de nacionalidad rusa, a solicitarle un ‘shorepass’ o permiso de salida franca. “El capitán, quien solo habla ruso y algo de inglés, lo esperaba a las siete de la mañana del martes, porque la motonave zarpaba a las nueve cargada con 4 mil toneladas de arena a granel que llevaría a Isla Caimán”, sostuvo Forero.Sin embargo, el fornido marinero extranjero no volvió a la hora señalada. A partir de este momento todo se convirtió en preocupación, tanto entre sus compañeros de tripulación, como entre el personal de la Agencia Mercante, quienes iniciaron una larga carrera contra el reloj, ya que el zarpe de la motonave ‘Mostein’ comenzaba a retardarse. Forero, su equipo de trabajo y agentes del DAS emprendieron las averiguaciones por vía telefónica en clínicas, hospitales, cárceles y centros de salud, con la esperanza de que el ucraniano estuviera bien y fuera de peligro. Pero lo que no habían contemplado siquiera –teniendo en cuenta las barreras del idioma y las prevenciones de los visitantes por el tema de la inseguridad— era lo que a la postre ocurrió: que el extranjero estuviese disfrutando, con tres barranquilleras, los placeres de la vida.El jefe de máquinas, al parecer nunca supo en qué lugar específico estuvo, según la versión de Forero. De lo que sí está seguro es que durante las 32 horas aproximadamente que duró con las mujeres, una de estas le flechó el corazón hasta el punto de dejarlo con ganas de quedarse a vivir en esta ciudad. “Él le preguntó al capitán del buque que si era posible quedarse en Barranquilla, porque sentía que estaba profundamente enamorado ‘de una mujer de esta ciudad bonita’, a lo que el oficial respondió que como no tenía visa, debía regresar a su país de origen a arreglar su situación migratoria”, explicó el Coordinador de la Agencia Marítima.Ayer, cuando apareció en la mañana, el hombre fue trasladado de inmediato a un laboratorio de la ciudad en el que le practicaron radiografías en varias partes del cuerpo, pruebas de toxicología y psicología, entre otras, con el fin de descartar cualquier lesión o problema de salud que hubiese sufrido. “Afortunadamente todo salió bien. El médico le recomendó mucho reposo e hidratación porque el ‘guayabo’ que tenía era tremendo”, agregó. Desafortunadamente a Dmytro Logvinenko le tocó partir, dejando —quizás— el amor de su vida en suelo currambero. Con el ‘corazón partío’ y la esperanza enorme de volver salió ayer a las 4 de la tarde rumbo a Isla Caimán, donde descargarán las 4 mil toneladas de arena a granel que se sacaron de aquí. Sergio Medina.

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